DIA MUNDIAL DEL ICTUS

29 Oct 2020

El tratamiento fisioterápico tras sufrir un ictus debe comenzarse lo más temprano posible

Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ictus con el objetivo de difundir el alcance de esta enfermedad, sus consecuencias y las medidas de prevención como elementos clave para reducir el riesgo de esta patología.

El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla - La Mancha (COFICAM) quiere poner el foco en la importancia de empezar con la Fisioterapia lo antes posible, siempre bajo la supervisión facultativa. “En el caso de las enfermedades neurológicas y en especial del ictus, los programas de Fisioterapia son imprescindibles en la recuperación física y emocional del paciente”, señalan desde COFICAM. 

Cada año 120.000 personas sufren un ictus en nuestro país, unos 5.300 en Castilla – La Mancha. Esta enfermedad se sitúa como la primera causa de mortalidad entre las mujeres españolas y la segunda en los varones. Además, casi el 90% de los que se producen podrían evitarse con una vida saludable y la reducción de los factores de riesgo como la obesidad, el colesterol alto, la diabetes, la hipertensión, el consumo de tabaco, alcohol o drogas y llevar una vida sedentaria, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). 

Los síntomas que caracterizan al ictus pueden ser múltiples y variables, pero fundamentalmente son de tipo neurológico y de aparición brusca como puede ser el trastorno del lenguaje, asimetría facial, con caída de la comisura del labio y pérdida de fuerza de uno de los brazos. Es fundamental conocer estos síntomas para ser atendido lo antes posible. 

 

Rehabilitación suele ser larga y costosa 

Dos de cada tres personas que sobreviven a un ictus presentan algún tipo de secuela, en la mayoría de los casos muy limitantes, lo que incrementa notablemente la necesidad de recibir asistencia y cuidados. La rehabilitación busca minimizar los déficits o discapacidades experimentadas por el paciente que ha sufrido un ictus, así como facilitar su integración social.  Es un proceso activo que requiere la colaboración del paciente, y también de su familia. 

Los programas de rehabilitación consisten fundamentalmente en la aplicación de Fisioterapia, terapia ocupacional y de logopedia. La recuperación de los pacientes suele ser larga y costosa, y es por ello que esta disciplina propone ejercicios para trabajar la coordinación estática y dinámica, el equilibrio, la musculatura facial, la motricidad fina de las manos, el aprendizaje de posturas correctas y de las trasferencias, así como la reeducación de la marcha, aunque siempre adaptándose a las necesidades y grado de tolerancia al ejercicio de cada paciente”, concluyen desde COFICAM. 

“Se trata de una pluridiscapacidad invisible puesto que la sociedad conoce a los afectados por las causas que provocan el Daño Cerebral Sobrevenido (DCS) pero no las consecuencias, que es lo realmente discapacitante, tal y como demuestra el hecho de que cerca del 90% de los afectados en la región sufran dependencia”, afirman desde la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla – La Mancha (ADACE CLM), desde donde atienden a 480 personas afectadas por DCS en la comunidad.

Además, la pandemia provocada por la COVID-19 obligó a detener la atención presencial y, posteriormente, a retomarla con restricciones y limitaciones que están repercutiendo negativamente en la recuperación de las personas con daño cerebral, lo que afecta a su rendimiento físico, cognitivo o de lenguaje, así como a su estado emocional y al de sus familias.

 

Código ictus en Castilla – La Mancha 

El ictus es una urgencia neurológica que precisa una intervención diagnóstica y terapéutica inmediata. En el caso del ictus isquémico agudo, existe un procedimiento asistencial denominado Código Ictus, implantado en Castilla-La Mancha desde 2009, que ofrece actuaciones que han demostrado, con alto nivel de evidencia, prevenir o minimizar el infarto cerebral.