La Fisioterapia ralentiza el deterioro producido por la Esclerosis Lateral Amiotrófica

21 Jun 2023 / COFICAM

Corregir la postura, disminuir el dolor, reducir la rigidez de los músculos, mejorar la amplitud del movimiento de las articulaciones, aumentar la fuerza y la longitud de los músculos y favorecer la independencia funcional, son algunos de los beneficios que se pueden obtener a través de la aplicación de técnicas de Fisioterapia.

Como cada 21 de junio, hoy se conmemora el Día Mundial de la lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa de las células nerviosas del sistema motor llamadas motoneuronas. Estas se encuentran en el cerebro y en la médula espinal y controlan el movimiento de la musculatura voluntaria. Gradualmente disminuyen su funcionamiento y mueren, provocando que el cerebro no pueda iniciar y controlar el movimiento muscular, lo que provoca debilidad y atrofia muscular en el enfermo. Poco a poco va avanzando y causa una paralización progresiva que se extiende de unas regiones corporales a otras, hasta una parálisis completa de pronóstico mortal. Además de la autonomía motora, la capacidad del habla, la deglución y la respiración también se ven afectadas.
 
Ya que esta enfermedad afecta únicamente a las neuronas motoras, no se deteriora en ningún momento la mente, la personalidad, la inteligencia ni la memoria de la persona. También se mantienen intactos los sentidos de la vista, olfato, gusto, oído o tacto y los músculos de los ojos. El paciente se vuelve cada vez más dependiente, permaneciendo “atrapado” en su propio cuerpo sin poder moverse, y necesitando ayuda para realizar las actividades de la vida diaria.
 
Es por eso que el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha quiere poner en valor el papel de la Fisioterapia para paliar los efectos de esta enfermedad a través de la aportación de la denominada fisioterapia respiratoria que se basa, por un lado, en la prevención, siempre de modo precoz, con el objetivo de mantener la  distensibilidad pulmonar y torácica, y de prevenir las atelectasias, realizando maniobras de reexpansión con ambú, un dispositivo manual para proporcionar ventilación con presión positiva para aquellos pacientes que no respiran o que no lo hacen adecuadamente.
 
Por otro lado, llevando a cabo el manejo de las secreciones, a través de la tos asistida manual, o de la tos asistida mecánica, a través de insufación o exuflación mecánica.
 
En fases más avanzadas de la enfermedad, es necesario sustituir la función de la musculatura inspiratoria con ventilación no invasiva. En estos casos el fisioterapeuta colaborará con la adaptación y adiestramiento en el uso del ventilador al paciente y a la familia.
 
Conforme la enfermedad progresa y la afectación bulbar empeora puede ser necesario la realización de una traqueostomía. El fisioterapeuta adaptará sus técnicas y las realizará a través de la cánula y colaborará en el manejo de la vía aérea.
 
También la hidroterapia tiene grandes efectos beneficiosos en la persona al poder realizar movimientos y ejercicios en un entorno acuático, gracias a la presión hidrostática (descarga de miembros, ayuda ante debilidad muscular, etc.), a los factores hidrodinámicos (resistencia al movimiento en el agua, etc.), efecto térmico (actúa a nivel fisiológico dependiendo de la temperatura del agua), y efecto psicológico (el agua puede facilitar el movimiento o permitir su ejecución generando así un gran impacto en el paciente, etc.).
 
En definitiva, gracias a las técnicas de fisioterapia, el paciente puede obtener beneficios como corregir la postura, disminuir el dolor, reducir la rigidez de los músculos, mejorar la amplitud del movimiento de las articulaciones, aumentar la fuerza y la longitud de los músculos y favorecer la independencia funcional.