La fisioterapia favorece la recuperación de los pacientes con linfoma

18 Sep 2012

El Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE), con motivo de la celebración mañana, 15 de septiembre, del Día Mundial del Linfoma, afirma que el tratamiento fisioterapéutico contribuye a ayudar y minimizar los problemas causados por esta enfermedad oncológica.
Existen muchos tipos de linfoma, un tipo se denomina enfermedad de Hodgkin y el resto se conocen como linfoma no Hodgkin. Estos últimos comienza cuando un tipo de glóbulos blancos, llamado células T o células B, se hacen anormales, se dividen una y otra vez aumentando así su número. Estas células anormales pueden diseminarse a casi todas las demás partes del cuerpo.
El linfoma es un tipo cáncer que incide en el sistema linfático y que afecta a más de un millón de personas en todo el mundo. El linfoma no Hodgkin es el tercer tipo de cáncer con mayor crecimiento, después del melanoma y del cáncer de pulmón. Se estima que los linfomas tienen una incidencia media en España de tres nuevos casos por 100.000 habitantes cada año.
El linfoma puede causar muchos síntomas, tales como: ganglios linfáticos inflamados, sin dolor, en el cuello, las axilas o la ingle; pérdida de peso inexplicable, fiebre, sudoración nocturna profusa, tos, dificultad para respirar o dolor torácico, debilidad y cansancio que no desaparece, así como dolor, inflamación o sensación de hinchazón abdominal.
“El fisioterapeuta posee profundos conocimientos de las patologías oncológicas”, ha destacado el tesorero general del CGCFE,
Tomás Alías. “Dentro de las técnicas propias de la fisioterapia oncológica, y sabiendo las limitaciones hematológicas que conllevan los tratamientos con quimioterapia o radioterapia, el fisioterapeuta evalúa y establece un plan de tratamiento y seguimiento personalizado a cada paciente con linfoma”.