EL FISIOTERAPEUTA FUNDAMENTAL EN LA PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL LINFEDEMA TRAS UNA EXTIRPACIÓN MAMARIA

19 Oct 2017

COFICAM recuerda la importancia de la detección temprana del cáncer de mama y anima a todas las mujeres a conocer las técnicas de autoexploración mamaria

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre la población femenina. Concienciar a las mujeres sobre la importancia de conocer las técnicas de autoexploración mamaria, las revisiones periódicas y las mamografías, son fundamentales para poder detectarlo a tiempo.

 

La importancia de la detección temprana del cáncer de mama mediante el uso de la mamografía y otras técnicas es fundamental ya que cambian el pronóstico de la enfermedad. El diagnóstico precoz es vital pues de él dependen las posibilidades de curación, que pueden ser del 100% si se detecta a tiempo.

 

Con motivo de la Celebración del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, mañana jueves 19 de octubre, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha quiere recordar e informar de la importancia del papel de la fisioterapia cuando, lamentablemente, el cáncer hace su aparición y hay que proceder a la intervención quirúrgica para su extirpación.

 

Tras un cáncer de mama tratado con cirugía en la axila para extirpar los ganglios o nódulos linfáticos, existe un riesgo de desarrollar linfedema de hasta un 10%. Si además de la cirugía, se recibe radioterapia en la axila el riesgo se incrementa hasta el 20-25%. Los ganglios linfáticos que han quedado tras la intervención se alteran aún más con la radiación. Linfedema es el nombre de un tipo de inflamación. Ocurre cuando se acumula linfa en los tejidos blandos del cuerpo. La linfa es un líquido que contiene glóbulos blancos, células que defienden contra los gérmenes. Se puede acumular cuando el sistema linfático está dañado o bloqueado.

 

 

 

Los síntomas más frecuentes son: aumento de volumen de la extremidad superior homolateral a la cirugía, edema, pesadez, dolor y problemas de movilidad que acaban afectando a la funcionalidad del brazo.

 

Con el fin de prevenir la aparición del linfedema los fisioterapeutas que trabajan en el ámbito de la oncología insisten en la necesidad de la formación de estas pacientes en materia de medidas higiénico-sanitarias, entre las que se encuentran: mantener la piel hidratada, evitar procedimientos médicos como vacunas en dicho brazo, evitar golpes y heridas que puedan infectarse, evitar mantener brazos elevados durante períodos de tiempo prolongados, evitar utilizar ropa ajustada o complementos que opriman el brazo, evitar movimientos repetitivos así como evitar deportes que incluyan grandes esfuerzos con los miembros superiores…entre otros. Por otra parte, se les enseña un programa de ejercicios específicos con el fin de prevenir su aparición y mejorar la movilidad de toda la extremidad disminuyendo, por tanto, el riesgo de complicaciones.

 

Una vez aparecido el linfedema, un pilar fundamental es ponerse en manos de profesionales especializados, en este caso de fisioterapeutas expertos en la materia. Entre las técnicas de fisioterapia más utilizadas se encuentran el drenaje linfático manual, vendaje multicapa y presoterapia. Serán ellos los que apliquen las técnicas más convenientes y les darán las indicaciones necesarias para aplicar en el domicilio para mantener la extremidad en un estado óptimo mejorando la funcionalidad y la calidad de vida.