LA BELLA HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA GANADORA

06 Dic 2017

“…Su instrumento dejó de sonar, en su cabeza disminuía el volumen de las notas mientras avanzaban las clases, él tenía que esperar, produciendo un silencio en su vida musical, un descanso no deseado, una parada imprevista durante el camino…”

El pasado 2 de diciembre, al término de la Asamblea General Ordinaria del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha, se procedió a la entrega de premios del X Concurso de Fotografía COFICAM, en el que había resultado ganadora la imagen de Javier Idoipe, que lleva por título “La lesión del silencio”.

     El autor no pudo presentarse a recoger el premio, pero mandó a un amigo, que además traía un mensaje de agradecimiento y explicación sobre la bella imagen que había resultado ganadora, y que escondía una historia no menos bonita y conmovedora, que por su interés reproducimos íntegramente.

 Estimados representantes del jurado, compañeros, tanto de trabajo como de concurso...

 Me dirijo a ustedes de esta manera física, aunque no presente por mi lejanía, para agradecer este reconocimiento tan bello como ha sido el gesto de ganar un premio.

  “La lesión del Silencio” es el título de esta fotografía y no quisiera dejaros con tanto misticísmo en el aire...

 Ganar quizá sea el principal logro del concurso para algunos, aunque no precisamente es el mío.

Admito que aún estoy lleno de emoción por ello, ya que el motivo de la misma no es la que acostumbra a verse sobre nuestra bella profesión, y es por ello, por la originalidad y la historia de la misma, que haya salido ganadora.

Mi satisfacción y mi principal objetivo al presentarme al concurso se centraba en el reconocimiento de este pequeño sector de la Fisioterapia, desconocido por muchos y puedo asegurar que me esfuerzo cada día por hacerle entender a la gente a lo que me encantaría dedicarme, pero por desconocimiento social, se me permite sólo con pocos de ellos, aunque cada día más, y ese es mi gran logro.  

 Respecto a la historia y el nombre, hacía referencia a un paciente que tuve hace unos meses, del cual me sorprendió su historia, durante la anamnesis, sobre la actuación médica obtenida.

Dicho paciente es flautista y la modelo de las fotos había estudiado flauta por casualidad y aprovechamos el instrumento para tomar la fotografía. 

 En resumidas cuentas, este paciente dejó de tocar casi por prescripción médica u ocasionalmente lo hacía con dolor, aun sabiendo que se agravaría su lesión, su instrumento dejó de sonar, en su cabeza disminuía el volumen de las notas mientras avanzaban las clases, él tenía que esperar, produciendo un silencio en su vida musical, un descanso no deseado, una parada imprevista durante el camino, una detención sin fin aparente, y eso en la música ocurre si el director o la obra lo determinan, si no es así lo consideraba una lesión, una herida que necesita curar, un traumatismo en la música y esta era mi forma de reflejarlo.

 Espero que os haya gustado la explicación, me emociona gratamente este premio porque al fin y al cabo todo esto me demuestra lo que se valora el trabajo de mis compañeros de especialidad.

 Por ello doy las gracias a este Colegio Profesional y al de mi Comunidad por darnos visibilidad con estos pequeños gestos y a toda la gente cercana que me apoya a diario con este proyecto.

 Un saludo y muchas gracias.